Un pequeño gran inicio

La blanca habitación

Es increíble cuán rápido las personas olvidan a quienes las han llevado hasta donde están ahora que me encuentro aquí lo he podido ver, ahora que mi cuerpo se desvanece lentamente y que mi alma se evapora lo puedo sentir, ahora que estoy aquí postrado en un callejón mientras muero me doy cuenta que la vida no es aquello que planeamos si no aquello que sucede mientras hacemos nuestros planes, pero al igual que todos, mi vida no comenzó aquí déjenme contarles como llegue aquí.

Mi historia comienza con una palabra Los Borjia una de las familias más poderosas de la mafia española su misión en especial dedicarse a matar a todos aquellos que nos estorbaran para poder mantener el control sobre todos los demás como si de una aristocracia todos aquellos que formaban parte de la liga de los asesinos eran descendientes de las familias españolas más influyentes de todo el lugar.

Mi vida era simple y sencilla antes de unirme a la liga después de eso todo cambio, mi padre era uno de los líderes de la mafia la cual se regía por un patriarcado mi padre y sus mejores amigos eran la prueba de que pocos llegan a la cabeza de la organización él y sus cinco amigos Marco, Renaldo, Fabián, Jesús y Ramiro.

La organización funcionaba como el cuerpo humano exacto y preciso en cada uno de los golpes, los líderes eran como el hipotálamo y los asesinos como los dedos de la operación, por tradición cada uno de los hijos de los lideres debían unirse a la liga al cumplir los dieciocho éramos seis los que comenzamos los entrenamientos de la liga de los asesinos: Maximiliano Ruíz De Hinojosa el hijo de Marco, Nicolás Ponce de León el hijo de Renaldo, Sofía Burgalesa Corona la hija de Fabián, Venus Corona de la Vega la hija de Jesús, Carolina Díaz Navarro la hija de Ramiro y nosotros Aarón Castilla Fuenmayor y Eric Castilla Fuenmayor mi hermano y yo.

Cuando el entrenamiento comenzó pensé que todo sería más fácil sin embargo resulto ser todo lo contrario el entrenamiento comenzó con saber cómo pensar y actuar como un asesino y siguió aumentando, por ejemplo, aprender a pelear y a vivir como un miembro de la liga, la liga creía que se aprendían la mayoría de las habilidades necesarias en la marcha nuestra primera misión resulto una de las pruebas más difíciles para nosotros por ser la primera vez que matábamos una gran cantidad de poder me invadió en ese momento a la vez de una gran nostalgia ya que en ese momento sentí como la añoranza de una humanidad que me había abandonado para no volver hacia mí nunca más mientras yo era víctima de una metamorfosis que nadie podía haber evitado.

Después de eso lo demás se volvió historia mi vida se volvió un siclo eterno de matanzas, misiones y ordenes dejando nada de espacio para una vida más allá de la que la liga nos había enseñado a lo largo de cinco amargos años.

La relación con mis compañeros de equipo se volvió más cercana y nos vimos unidos en un vínculo de hermandad casi irrompible, mi hermano sin embargo fue un caso bastante distinto del nuestro mientras que yo ya no conocía una vida que fuera la trazada por nuestros padres el no pudo con el estilo de vida de la liga así que decidió abandonarla y vivir lejos de mí, debo admitir que en ese momento lo vi como si fuera una especie de ateo entre un motón de necrolatras.

Puede que mi vida hubiera sido diferente de haber seguido mis propios deseos y no los de otras personas y creer que eso contaba como amor o como lealtad, sin embargo de algo puedo estar seguro jamás cambiaría la decisión que tome cuando salve a Arath Castillo Saavedra, lo conocí en una misión de vigilancia en Barcelona mi blanco era un profesor de catalán de la Universidad Autónoma de Barcelona que llevaba tiempo investigando uno de los negocios de la organización y que había estado, en conjunto con uno de los periodistas de uno de los periódicos más influyentes de todo el país trabajando en un artículo que dejaba al descubierto a uno de los políticos que estaba bajo nuestro comando. Para poder llegar a él tenía que vigilarlo de cerca y en el proceso de vigilancia descubrí que su hermano estaba estudiando la universidad ahí.

La primera vez que lo vi me lleno de un nerviosismo desconocido para mí ya que era una emoción que jamás había experimentado recuerdo perfectamente que lo primero que me gusto de el en ese momento fue su sonrisa impecable y sus ojos marrones como el chocolate, debo admitir que lo vi como el medio para un fin nada mas pero que eso cambio cuando lo comencé a tratar demostró ser un chico muy centrado y amable, pero sobre todo descubrí que era un espíritu libre que no podía ser domado.

Con el redescubrí lo que era vivir en la luz y, sobre todo como era amar a una persona era como si en mi la parte sombría se guardara por un rato en un sarcófago tan frágil cristal solo por estar a su lado para poder darme el lujo de vivirlo todo como si realmente fuera la primera vez, al estar con él lo mejor eran las caricias y los besos, oh por dios sus besos siempre fueron lo mejor de todo con el esos siempre eran los mejores.

Aunque por un tiempo fuimos felices eso no duro nuestra paz y amor fueron espontáneos y efímeros cuando la líder de la liga Bárbara Robles Borja y su prometido José Luis Garza Languera descubrieron que estábamos juntos, sabía que harían caso a la ley y que lo cazarían sino me alejaba de él.

Dejarlo me resulto la cosa más difícil que hice sin embargo al igual que toda mi vida no tuve el valor de despedirme de Arath simplemente me alejé en silencio y en las sombras como lo había hecho ya tantas veces en mi vida.

Recuerdo quedarme nuestra última noche juntos observando el subir y bajar de su respiración mientras dormía pacíficamente en nuestra cama, me hubiera gustado decirle cuanto lo amaba, abrazarlo hasta que me cansara de hacerlo o de besarle por una última vez, pero no pude solo me quede ahí viendo como me marchaba para jamás volver.

Me mantuve en movimiento tratando de huir de la liga lo más que pude hasta que finalmente me encontraron en una zona departamental en medio de la macro poli que era Bilbao solo recuerdo que como buen necrófilo determine que en este juego en contra de la muerte, mi cronometro había llegado a su final así que no lo pospuse mas solo lo acepte.

Espero que Arath sea feliz, así es como espero mi sacrificio sea visto por quien sea que lo vea y aun que él no se entere siempre estará ahí plasmado en nuestra última noche en esa blanca habitación.

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- A